La alcaldesa de Galapagar, Carla Greciano, ha comparecido para hacer balance de sus 100 días de gobierno. La regidora, que formó su ejecutivo tras un pacto con Vox, define su gestión como «un esfuerzo intenso y a contrarreloj para remediar las diversas problemáticas heredadas de la administración anterior y restaurar el orden en el municipio». Durante este tiempo, el enfoque principal ha sido la reinstauración de servicios previamente eliminados, la reorganización de áreas clave y la mejora de la limpieza en el municipio.
«Sabíamos que teníamos mucho trabajo por delante, pero hasta que no hemos entrado en el ayuntamiento no éramos realmente conscientes de la situación tan desastrosa en la que se ha quedado todo tras el desgobierno de los últimos años», expresó Greciano. La alcaldesa asegura que la situación heredada incluyó dependencias municipales cerradas, un presupuesto obsoleto, licitaciones y contratos pendientes, facturas impagadas, proyectos paralizados y problemas en el colegio La Navata.
Carla Greciano afirmó que estos primeros 100 días, aunque representan solo el 6% de la legislatura, son significativos para demostrar la capacidad de gestión y el compromiso de su gobierno municipal para mejorar Galapagar.
El nuevo ejecutivo presume de haber aprobado un presupuesto en tres semanas para financiar obras importantes, como la remodelación de la piscina cubierta y del Teatro Jacinto Benavente; la modificación del contrato de limpieza para duplicar el servicio de limpieza de residuos y áreas verdes, programado para entrar en vigor el 1 de noviembre; la reorganización de la oferta deportiva y firma de convenios con 21 clubes deportivos locales; la eliminación de más de 600 grafitis en fachadas y mobiliario urbano y la mejora de la atención al ciudadano, con la apertura del Ayuntamiento en horarios ampliados y la creación de una nueva Oficina de Atención al Contribuyente.
Con estos avances en la reorganización inicial, el gobierno municipal ahora se enfoca en proyectos más grandes, como la restauración del Teatro Jacinto Benavente, la reubicación de la Escuela de Idiomas y la reparación de la piscina cubierta. «Tenemos mucho trabajo por delante», aseguran desde el ejecutivo galapagueño.
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