El pasado 13 de diciembre, La Voz de la Sierra publicó una noticia titulada «Ciudadanos rompe el gobierno de Villalba… pero sin renunciar al sueldo», en la que se leía lo siguiente: «La ruptura es total en el seno del equipo de gobierno de Collado Villalba. La coalición, formada por PP, Ciudadanos y la antigua edil de Vecinos lleva meses en una crisis inédita: los concejales de C’s no aparecen en eventos públicos, han abandonado toda iniciativa política, mantienen sus áreas de competencia con la actividad justa y necesaria y votan contra su propio socio cada vez que tienen ocasión».
Mes y medio después, este análisis que muchos desmentían se ha revelado como certero. En el pleno de ayer, Ciudadanos dedicó agrias acusaciones, palabras gruesas y descalificaciones personales a su todavía socio de gobierno, el PP, quienes enseñaron la puerta de salida a los concejales naranjas. «Visto lo visto y después de esas acusaciones tan graves, yo creo que lo que procede es que usted dimita», dijo la alcaldesa al líder de C’s.
Mariola Vargas puede perder toda esperanza en encontrar un atisbo de decencia y dignidad en las filas naranjas. Bernardo Arroyo y los suyos llevan meses aferrados al sueldo, resistiéndose a abandonar el equipo de gobierno para seguir percibiendo sus abultados salarios, que oscilan entre los 45.000 y los 60.000 euros anuales. La desvergüenza más absoluta con la seguridad del que lo tiene todo perdido en las urnas.
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