En Rascafría la Guardia Civil se ha visto obligada a multar a decenas de conductores durante todo el fin de semana, en Las Presillas y el puerto de los Cotos.

En Guadarrama, en el entorno del embalse de La Jarosa, ante la avalancha del sábado, el domingo, el Ayuntamiento tuvo que cerrar accesos.

El sábado,antes de las doce de la mañana, en redes sociales, el 112 anunciaba atascos en la Sierra y que los vehículos mal aparcados impedían el acceso a emergencias. Pero el domingo se repitió todo, sin que los responsables de las Consejerías de Justicia y Medio Ambiente tomasen ninguna medida, ni advirtiesen a la población ni se hiciesen llamamientos a la responsabilidad.

El domingo, a las 11.30 h., el 112 volvía a anunciar que todos los aparcamientos de la Sierra (Morcuera, Las Dehesas, Canencia, La Barranca, etc ) estaban completos y pedía a la población que no siguieran accediendo porque podían colapsar el acceso a vehículos de emergencias y que no se aparcase en zonas no permitidas.

En El Escorial, al igual que sucediera el fin de semana anterior, el entorno del embalse de Los Arroyos, estaba completamente colapsado de vehículos en zonas donde no esta permitido.

«Lo que ha sucedido -manifiestas los Ecologistas- era previsible y así lo manifestaron en dos reuniones mantenidas, en el mes de mayo, con el viceconsejero de Medio Ambiente, Mariano González, el Director General de Biodiversidad y Recursos Naturales, Luis del Olmo y el codirector del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, Pablo Sanjuanbenito. En esas reuniones se insistió en que la Consejería, debía realizar un plan de desescalada gradual en el medio natural, especialmente, en tanto no se pudiera salir de la provincia. Además debía hacerse un enorme esfuerzo de comunicación y sensibilización a la población y de coordinación con ayuntamientos.

A partir de ahora, las organizaciones ecologistas esperan que, ante la gravedad de lo ocurrido, se hagan avisos a la población para buscar lugares alternativos para sus salidas de campo que esponjen las visitas de los madrileños. Así como que hagan un llamamiento claro al comportamiento responsable de la ciudadanía en el medio natural y al respeto a las personas que viven en los municipios que se visitan.»